lunes, 5 de octubre de 2009

Francisco de Goya y Luciente



Francisco de Goya y Lucientes nació en 1746 en Fuendetodos, un pueblo de la provincia de Zaragoza.

Con su maestro, estudió el barroco italiano, constituyendo este su primer aprendizaje. De regreso a Zaragoza realizó sus pinturas murales del Pilar.



El casamiento con la hermana de Bayeu le facilitó la instalación en la corte, donde trabajo bajo la dirección de MENGS, en la elaboración de los cartones para tapices.



Francisco de Goya se limitó casi en exclusiva a pintar escenas costumbristas hasta la edad de 40 años, época en la que es difícil prever el singular maestro de las etapas posteriores.



Francisco de Goya fue un protegido de la Duquesa de Osuna lo que le permite convertirse en el año 1785 en pintor del rey Carlos III, y en 1799 en el pintor de camara del rey Carlos IV.



La proximidad de la familia real le convierte en el retratista de moda de la aristocracia de la época.



Hacia 1790, Francisco de Goya, padeció una enfermedad que le dejó sordo. Según todos los estudios esta dolencia tuvo un gran influjo en la obra posterior de Goya. El dolor personal propicia una auténtica metamorfosis en su personalidad artística; en otro momento posterior fue el dolor colectivo el que terminó de dar una nueva dimensión a la obra de Goya. La sordera le inclinó a aislarse, dejó de ver la sociedad desde un ángulo positivo y comenzó a verla desde un ángulo negativo de los convencionalismos. En esta época pintó las primeras obras conocidas como "Caprichos". Obras concebidas como una libre divagación de un mundo sin sentido y que de ninguna forma podían estar destinadas a su antigua clientela. Al mismo tiempo continuó cumpliendo sus encargos de retratista. En 1800 pintó " La familia de Carlos IV".



A partir de 1808 la guerra de la independencia va a suponer para Goya una experiencia dolorosa que va a intensificar su veta pesimista y crítica.



Las escenas del 2 de mayo y la serie de grabados de los desastres señalan cotas pocas veces alcanzadas en la expresión del dolor de un pueblo y de la degradación de los sentimientos. Tras la guerra, Fernando VII, le repone en su puesto de pintor de cámara a pesar de haber sido retratista de José I (hermano de Napoleón).



A pesar de haber sido repuesto como pintor de cámara por el rey Fernando VII, Goya se aísla del trato mundano ya que deplora, como liberal convencido, los excesos del absolutismo. Es en esta época cuando Goya pinta sus pinturas negras.





En 1823 Goya decidió abandonar España como consecuencia de la represión absolutista y se instaló en Burdeos donde murió en 1828.



La relación del artista con la sociedad se evidencia con trazos muy claros en el caso de Francisco de Goya. El pintor dotado de un vitalismo optimista cuando pintaba los cartones para tapices, en su primera época, desaparece con la sordera y de una manera más definitiva con la guerra para dar paso a un artista más amargamente crítico y cuya fantasía crea un mundo alucinante de brujas y monstruos. Si se tratase de obra anónima sin ningún género de duda se atribuiría a dos pintores diferentes.



Desde el punto de vista social su experiencia no puede ser más completa. Provenía de una familia artesanal lugareña, se codeó con la aristocracia de la corte e incluso con la familia real, pero por talante se convirtió en amigo y contertúlio de los intelectuales reformistas.



Goya representó seis estilos diferentes en sus obras: costumbristas, retratos, pinturas religiosas, temas patrióticos, pinturas negras, grabados y dibujo.









CONTEXTO HITORICO DEL ULTIMO TERCIO DEL SIGLO XVIII Y PRIMER TERCIO DEL SIGLO XIX EN ESPAÑA:



La vida de Goya abarca un amplio espacio de la vida española, un espacio muy importante y trascendental en sí mismo y en sus posteriores consecuencias.





Francisco de Goya fue un hombre situado entre dos épocas fundamentalmente: la etapa optimista de la Ilustración, que concluye con el reinado de Carlos IV, y el periodo de invasiones y luchas partidarias que se inicia en nuestro país a principios del S. XIX.



Durante su primera época reinaba Carlos III, monarca ilustrado que apoyó el liberalismo y trató de modernizar la sociedad española. Así, Goya se dedicó mayoritariamente a pintar escenas cotidianas de la vida del pueblo en las que se reflejaba su optimismo y retratos de ministros importantes como el Conde de Aranda, Gaspar M. De Jovellanos o el Conde de Floridablanca entre otros.



En 1788 subió al trono Carlos IV, cuyo valido fue Godoy. Este fue un monarca absolutista y a los pocos meses de subir al trono estalló la Revolución Francesa. Así, Carlos IV cerró las fronteras de España para que no se contagiasen las ideas francesas. Godoy firmó el tratado de Fontainebleau, que permitió la invasión francesa de la península. El descontento popular supuso que se llevase a cabo una resistencia nacionalista y finalizó con la subida al trono de Fernando VII tras el motín de Aranjuez. Este, a su vez, abdicó en favor de Jose I, hermano de Napoleón. Durante esta época Goya trabajó en la Corte de Carlos IV, donde pintó numerosos retratos de la familia real. Además siguió con sus temas costumbristas entre los que destacan los "Caprichos".



Durante la tercera etapa de Goya se llevó a cabo la Guerra de la Independencia en España, lo que dio lugar a la pintura dramática de Goya, que dejó de ser descriptiva. En 1814 se produjo el desastre francés y por lo tanto la deposición de Jose I.



Tras la invasión francesa regresó al trono Fernando VII, pero el rey que anteriormente había sido un monarca ilustrado se convierte ahora en un rey absolutista como consecuencia de la Restauración del Antiguo Régimen en Europa. Los temas que interpreta ahora Goya son en su mayoría históricos.


















DESCRIPCION DE OBRAS DE GOYA QUE TENGAN RELACION CON PERSONAJES O ACONTECIMINETOS HISTORICOS:






el 2 mayo de 1808 en Madrid, también llamado La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol es, junto con El tres de mayo, uno de los cuadros más célebres de Francisco de Goya y Lucientes, pintor español. El cuadro, pintado en 1814 en óleo sobre tela, se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid.

Un año antes de realizar de este cuadro, Goya había obtenido el más alto cargo que un pintor podía alcanzar en España: pintor de cámara al servicio del rey, la misma distinción que había obtenido Velázquez un siglo y medio antes.

SATURNO DEVORANDO A SU HIJO:

Representa al dios Crono, como es habitual indiferenciado de Chronos, o (Saturno en la mitología romana), en el acto de devorar a uno de sus hijos. La figura era emblema alegórico del paso del tiempo, pues Crono se comía los hijos recién nacidos de Rea, su mujer, por temor a ser destronado por uno de ellos.




LA MAJA DESNUDA: es una de las más célebres obras del Francisco José de Goya y Lucientes. El cuadro es una obra de encargo pintada antes de 1800, en un periodo que estaría entre 1790 y 1800, fecha de la primera referencia documentada de esta obra.[1] Luego formó pareja con La maja vestida, datada entre 1802 y 1805,[2] probablemente a requerimiento de Manuel Godoy, pues consta que formaron parte de un gabinete de su casa.



En ambas pinturas se retrata de cuerpo entero a una misma hermosa mujer recostada plácidamente en un lecho y mirando directamente al observador. No se trata de un desnudo mitológico, sino de una mujer real, contemporánea a Goya, e incluso en su época se le llamó «la Gitana». La primacía temporal de La maja desnuda indica que en el momento de ser pintado, el cuadro no estaba pensado para formar pareja.

LEANDRO FERNANDEZ DE MORATIN:Nació en Madrid en 1760, de noble familia asturiana. Su padre era el poeta, dramaturgo y abogado Nicolás Fernández de Moratín y su madre Isidora Cabo Conde. Se crió en un ambiente donde eran frecuentes las discusiones literarias, pues su padre Nicolás fue un hombre dedicado a las letras. A los cuatro años, enfermó de viruela, lo que afectó su carácter, volviéndolo tímido. No cursó estudios universitarios porque su padre estaba en contra, y comenzó a trabajar como oficial en una joyería.GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS: Nació en el seno de una familia noble de Gijón, aunque sin fortuna. Tras cursar sus primeros estudios en Gijón, en 1757 marchó a Oviedo para estudiar Filosofía en su universidad. En 1760 bajo la protección del obispo local parte a Ávila para hacer estudios eclesiásticos. En 1761 se gradúa de bachiller en Cánones (Derecho canónico) en la Universidad de Osma (Soria), obteniendo la licenciatura en la Universidad de Ávila en 1763. En 1764 fue becado en el Colegio Mayor San Ildefonso de la Universidad de Alcalá, para seguir sus estudios eclesiásticos, graduándose de bachiller en Cánones. Allí conoció a Cadalso y a Campomanes.
Después de licenciarse ocupó en 1767 la plaza de magistrado de la Real Audiencia de Sevilla. Allí fue alcalde del crimen y oidor en 1774. En 1775 fue uno de los promotores de la Sociedad Patriótica Sevillana, de la que fue secretario de artes y oficios.LA LECHERA DE BURDEOS:Pintado durante su exilio voluntario en Francia, Goya retorna a un estilo más luminoso que caracterizó su primera época. Los bordes de las figuras están primorosamente difuminados suavizando su contraste con un fondo con colores verdes ligeramente azules, que en sus anteriores obras había abandonado.
Este cuadro ha sido considerado por muchos estudiosos de la pintura como la primera obra impresionista de la historia.LA VENDIMIA: Es una pintura con vivas tonalidades y contrastes precisos, que conforman un conjunto armonioso. Las escenas de la vida cotidiana, sus fiestas, sus trabajos, juegos y celebraciones son el argumento de las obras de Goya entre los años 1786 al 1788.
Curiosidad: la alegría es tan grande que hasta los vendimiadores del fondo están eufóricos con su agotador trabajo.EL PELELE:Goya realizó muchos cuadros para los cartones utilizados en los telares y la fáfrica de tapices del Rey Carlos IV.Se le supone un significado simbólico lleno de sarcasmo hacia la figura del monarca y la situación del país: cuatro "mujeres" -sexo débil- mantean un "muñeco" -el Rey- a su antojo.EL QUITASOL:pertenece al segundo grupo de 10 cartones para los tapices del comedor del Palacio del Pardo de Madrid, residencia de los príncipes de Asturias, el futuro Rey Carlos IV y Maria Luisa de Parma. Reproduce como todas estas series, motivos populares inspirados en costumbres, escenas y celebraciones de la vida de Madrid. Fundamentalmente, "El Parasol", es un cuadro tremendamente original en su composición y ejecución: un colorido fresco que crea un ambiente cálido, los modelos que posan "un instante" en un jardín, y fantastico fondo, quizás el más delicado que pinto Goya.EL CHATARRERO:Obra que fue pintada para el Rey y que rebosa ambiente popular típicamente español. Se supone qu el tema fue elegido por la misma hija del Monarca. Es de comentar la influencia de Velázquez en esta obra, especialmente en el tratamiento de las formas y más concretamente en los objetos como la vajilla que está en el suelo o el perro que duerme a su lado.LAS FLORERAS: Antes de la muerte del Rey Carlos III, Goya realiza pinturas para el comedor Real del Pardo, residencia de los Principes de Asturias. Son por lo general de temas campestres como este, o "La Vendimia", anteriormente comentado. Son pinturas llenas de alegría que transmiten el estado de ánimo del pintor por su situación personal y la de España, que Goya trasladaba a sus pinturas constantemente, y que, una vez fallecido este monarca, cambió radicalmente.LA BODA: Cartón de gran formato en el que Goya nos muestra su vena satírica. Representa una boda de conveniencia de la época: el cortejo con sus distintos grupos (niños, músicos, invitados...), los novios (ella elegante, él grotesco), los amigos de la novia, el cura, el padrino...
En el fondo la obra es una sucesión de caricaturas de "modelos de la época".MERIENDA A LA ORILLA DE MANZANARES:Goya vuelve a demostrar su habilidad para capturar un momento de acción, un instante con distintos modelos que cada uno hace una cosa distinta, una fotografía en 1776. Se observan en el paisaje los elementos y el tratamiento que utilizacía posteriormente en "El Quitasol".
El momento de la merienda rebosa sensualidad, la postura de la mujer en especial.LAS GIGANTILLAS: Esta fué una de las últimas pinturas que realizó Goya para la Casa Real Española. Nos vuelve a transmitir el estado general de ánimo que le rodea. La pintura es triste, como la sonrisa del niño a la vez divertida y miedosa por su propia inestabilidad. Es de resaltar la diferencia de atmósfera respecto las obras similares -ya comentedas como "La vendimia, El Quitasol, Las Floreras"- que decoraron los comedores Reales LA PRADERA DE SAN ISIDRO:Los motivos campestres que alcanzan su mayor representación en esta estampa costumbristas, son el tema de una serie de cartones encargados por Carlos III e inacabados por su muerte. El mismo Goya comentó que este trabajo le había supuesto numerosos problemas de composición, cosa nada extraña si observamos la complejidad de acciones, el número de personajes y los distintos planos de paisaje que representó el pintor.LA NEVADA:Goya demuestra en esta pintura que ya ha asimilado el trabajo de sus referencia pictóricas, Tiepolo y fundamentalmente, a Velázquez. Es capaz de representar y transmitir el fío que tienen los personajes, estado que se refleja impresionántemente en el perro, que parece paralizado por la gélida temperatura. ESTUDIOS DE LA EPOCA A TRAVES DE FRAGMENTOS DE OBRAS LITERARIAS:

Goya es considerado uno de los pintores universales del arte, tanto por su calidad de producción, la fuerza de su personalidad y su temática comprometida en un periodo conflictivo de la historia de España como por la admiración e influencia que despertó en los estilos artísticos posteriores y en las vanguardias del arte contemporáneo. Por lo tanto podemos decir que es el iniciador de nuevos caminos artísticos y técnicos.



En cuanto a sus obras, podemos decir que estas son muy fieles con respecto a la época ya que Goya fue un ejemplo de artista comprometido con su tiempo: primero hubo de ser el pintor del espíritu de la razón y de la esperanza, reflejando en sus lienzos la ilusión de la concordia española con su mundo de amable costumbrismo; después, al concluir de su vida, sería como ningún otro artista, el denunciador de una época de traición, fracaso y miseria. Los últimos años de su vida, con residencia en Francia, pudieron proporcionarle una visión muy ilustrativa, desde fuera, de un país, el suyo, que a su muerte dejaba enfrentado en las dos facciones que por mucho tiempo habían de quedar denominadas como "las dos Españas".



Junto a una importante obra oficial, formada por retratos, pinturas de género, religiosas y de guerra, Goya desarrolló una obra personal representada por los "Caprichos" y las "Pinturas Negras", donde de forma simbólica, no exenta de ironía, manifestó sus preocupaciones más íntimas y dirigió sus críticas hacia el mundo que le rodeaba. Inicialmente concebida como "Sueños", la serie de grabados de los "Caprichos" atacaba los vicios del clero y de la alta nobleza, para lo que utilizaba un lenguaje que debería ser entendido en su auténtica lectura por el público ilustrado al que iba destinado, evitando así el peligro de la Inquisición.



GOYA LO HA CONSEGUIDO. 250 AÑOS DESPUÉS DE SU NACIMIENTO, SUS CUADROS SON OBRAS MAESTRAS DE LA HISTORIA DE LA PINTURA. DE SUS RETRATOS DE LA CORTE A LAS "PINTURAS NEGRAS", LOS CUADROS DE GOYA SON UNA DE LAS CIMAS DE LA CULTURA ESPAÑOLA DE TODOS LOS TIEMPOS. JUNTO CON ALGUNAS IMÁGENES DE SU OBRA, LA REVISTA PUBLICA UN TEXTO DE ANTONIO SAURA, TAMBIÉN PINTOR Y TAMBIÉN ARAGONÉS, EN EL QUE DESVELA ALGUNOS DE LOS SECRETOS DEL GENIO.





LA FAMILIA DE CARLOS IV: Cuadro de gran complejidad, el recuerdo de Las Meninas de Velázquez está presente en Goya al realizar estos retratos de los miembros de la familia real. Sobre estas líneas aparece una parte de la obra, en la que se aprecia al infante Carlos María Isidro, al futuro Fernando VII y a la infanta María Josefa de Borbón.




LA FAMILIA DE CARLOS IV: En esta parte del cuadro de la familia real apreciamos el busto de la reina María Luisa, una mujer de fuerte carácter que, al parecer, tenía sometido al rey, Carlos IV. Goya reflejó en su rostro la personalidad dominante de la soberana a quien, según se cree, no apreciaba demasiado. 1800-1801.




LA FAMILIA DE CARLOS IV:Detalle de la pechera del rey Carlos IV, repleta de condecoraciones. Los bocetos para esta obra los realizó Goya de mayo a junio de 1800, en Aranjuez. Entre julio de 1800 y junio de 1801 ejecutó la versión definitiva. El pintor reflejó el carácter débil del monarca en sus rasgos. 1800-1801.





LA MAJA VESTIDA:Identificada, tradicionalmente, junto a su compañera, La maja desnuda, con la duquesa de Alba, se cree que estos lienzos podrían haber sido pintados en el palacio del Rocío de Sanlúcar de Barrameda y que fueron adquiridos por Godoy tras la muerte de la duquesa. 1801.

INCORPORACION DE ALGUN DOCUMENTO AUDIOVISUAL SOBRE LA EPOCA O SOBRE GOYA:


















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